PROGRAMA

PROGRAMA 76

El domingo pasado se emitió, en Gestiona Radio, el programa 76. Entrevistamos a Miguel Sáez Carral, a Jesús Egido (editor de Reino de Cordelia) y arrancamos la sección de Literatura Infantil y Juvenil, con Eva Manzano. http://www.ivoox.com/25370799

Con Miguel Sáez Carral hablamos de su novela «Una mujer infiel», editada por Planeta. Bajo la apariencia de una novela policiaca, en realidad, es una novela de personajes, con una protagonista, Be, inolvidable, y que reflexiona alrededor de lo especial frente a lo vulgar, de la capacidad que tenemos para vivir algo especial, de los celos, del amor, del miedo, de la pareja, de la amistad (tema recurrente en la obra de Miguel Sáez). Hablamos además del mundo del cine y de la televisión, de los guiones. Yo creo que es una charla magnífica: http://www.ivoox.com/25370632

Luego nos visitó Jesús Egido, editor de Reino de Cordelia. Me encanta esta editorial, la belleza de los libros que edita, sus tamaños, sus formas, sus autores. Tiene algunas joyas que no se pueden pasar por alto, como la edición ilustrada de «Luces de Bohemia» o el primero tomo de los cuentos de Jack London. Pero es que acaba de recopilar los cuentos de Edgar Neville y es otra maravilla. http://www.ivoox.com/25370665

Para terminar, pusimos en marcha la sección de Literatura Infantil y Juvenil, de la mano de Eva Manzano. Eva es una apasionada del tema y eso se nota y se transmite. Cuenta muy bien las cosas y tiene mucho criterio. Nos va a dar muchas alegrías. No os perdáis las magníficas recomendaciones que hizo: http://www.ivoox.com/25370791

La semana que viene más.

Lecturas

Lecturas por capítulos

Mi biblioteca es un ecosistema. Y la parte donde están los libros pendientes de leer es la selva. Cuando yo me voy (como los juguetes en «Toy Story») mis libros cobran vida: se insultan, se increpan, presumen de ser el siguiente, mientras los libros de la zona civilizada, ordenados por orden cronológico, les miran de reojo.

Hay una balda donde están los libros que me voy a leer en cuanto tenga un momento, sí o sí, pero que, o porque son voluminosos, o porque ha pasado su momento de actualidad, he ido posponiendo. No sé si serán los libros para el verano. Allí está los últimos de Auster y de Almudena Grandes, está «El cuento de la criada» o el «Adiós muchachos» de Sergio Ramírez y también «Black out» de María Moreno, el último de Padura o «Homo deus». Si no los leo razonablemente pronto estos libros irán a la zona civilizada, cada uno en su país, por orden alfabético, esperando a mi jubilación o a una lotería.

Luego está la balda de los libros pendientes, donde es malo estar cuanto a la izquierda, porque los que van llegando los coloco a la derecha y el último sujeta a los demás. Hay guerra. Los cambio de sitio. Los priorizo. Cada vez que termino uno me voy a esa balda para elegir otro: y vuelvo a leer el argumento, hasta me leo las primeras frases, los huelo, los sopeso, miro cuántas páginas tiene y me pregunto qué me apetece. Y no es raro que me lleve cuatro o cinco a mi sillón de lectura y que no me decida por uno hasta que no haga unas catas. O que me lleve uno pero lo cambie. Ayer me pasó eso con Juanjo Millás: después de ser el elegido, de sacar la lengua a los demás mientras se venía conmigo, volvió a su sitio y me llevé el de Martínez de Pisón.

En esta balda hay cerca de treinta libros y todos quieren ser el primero. De derecha a izquierda, ahora mismo (todo puede cambiar en la selva de la novedad), está el último de Juan Tallón, que tiene un pintón y seiscientas páginas, está Soto Ivars, «El coleccionista» de Fowles, «Artífices de azar» de Yoav Blum, Millás, Volpi, Neuman y Daniel Ruiz y su «Maleza», están Hernán Zin, Vladimir Hernández, Kiko Amat, y David Monteagudo. Gumucio y Tom Perrotta marcan la frontera de la esperanza. Más allá empiezan a correr el riesgo de pasar a la balda de los «sí o sí pero ya veremos cuando» y de ahí a la civilización. Y os garantizo que hay algunas joyas.

Los libros de los autores que voy a entrevistar están a salvo en una balda separada. Ahora me esperan allí el «Amor fou» de Marta Sanz, que viene en dos semanas al programa y «Expediente Ananda» de Nacho López Llandres.

Y luego está la balda de los libros que leo poco a poco, por capítulos. Les tengo un cariño especial. Son unos cuantos libros que me llevo casi todas las noches conmigo y de los que me leo, cada noche, un capítulo. En esa balda está «Solenoide» (que me leo así por consejo de Eduardo Laporte), está «¿Qué estás mirando?» de Will Gompertz, esa maravilla editada por Taurus que me guía, con plano de Metro incluido, por el arte moderno. También hay dos libros pequeños, las «Meditaciones» de Marco Aurelio, editadas por Alianza (cada noche me leo una o dos), y «Escribir, tan solos» de Carlos Skliar, una maravillosa reflexión sobre la soledad de los escritores que intento disfrutar en pequeñas dosis. A esta balda se acaba de incorporar «El amor después del amor», un libro ilustrado, magnífico, editado por Bridge, que cuenta historias de grandes amores y desamores de artistas que provocaron creaciones geniales. Ayer me leí tres relatos, tres historias, entre ellas la de Onetti e Idea Vilariño, que me dejaron con ganas de volver. Y la estrella de esa balda es «Don Quijote de la Mancha» en la edición conmemorativa de Francisco Rico que editó Galaxia Gutemberg. Los años pares me leo el Quijote. Este año toca y ya voy por la Bodas de Camacho.

Cada noche intento avanzar un poco. Cada noche intento leer un poco de cada uno. Y les vuelvo a llevar a su balda. Ellos son más civilizados. Saben esperar.

Me falta tiempo.

A veces me sobra todo.

 

 

PROGRAMA

Elsa Veiga, David Villanueva y FNAC

El programa 75 arrancó con la FNAC y su iniciativa de conmemoración de su 25 aniversario a través de los mejores libros de los últimos 25 años. Y luego hablamos de poesía, con Elsa Veiga, y para terminar, David Villanueva vino para hablarnos de la última publicación de Demipage y para tocar en directo. http://www.ivoox.com/25181228

Este podría ser un resumen, pero sería un mal resumen, porque el último programa fue algo más. Fue un programa fantástico, extraño, mágico, tanto en la forma de hacerse, como por el contenido y por lo que sucedió en el estudio.

La sección de poesía es mi debilidad. Primero por Elsa Veiga, que lo hace maravillosamente. Su forma de explicar cada libro y de leer el poema seleccionado es fantástica, pero además yo disfruto del proceso de selección de cada libro, del criterio para hacerlo, de la forma de trabajar, de preparar el programa, su pasión, y eso al final, se nota en la emisión. Esta semana nos habló de «Mujer lenta» de José Ovejero editado por Pre-Textos Poesía, de «La frontera y otros poemas» de Karmelo C. Iribarren editado por Renacimiento, y de la «Poesía completa» de Emily Brontë, editada por Alba Poesía. No os lo perdáis: http://www.ivoox.com/25181202

Después vino David Villanueva. Pura generosidad, puro talento, puro compromiso, con sus dos guitarras al hombro. La última vez que nos vimos, en el Mercado de Motores, en su puesto, defendiendo los libros de Demipage, quedamos en que tenía que venir a hablar de sus libros, pero también a cantar. Me apasiona como canta, y sus canciones. De hecho, le recibí con un tema llamado «De gris», que canta con Luis Eduardo Aute, que nos encogió el corazón en el estudio.

Se sentó con su guitarra encima de las piernas y nos habló de la última publicación de Demipage, «Código de barras», un libro escrito por presos de dos cárceles de Madrid, y, como si fuera fácil, pasó de la literatura a la música en un momento, y nos interpretó dos temas de su último disco. También nos habló de un proyecto interesantísimo de colaboración con países hispanoamericanos que se va a poner en marcha en breve y que espero que sea un éxito. Para terminar, nos cantó un tema de su nuevo disco, que está en fase de producción. Un auténtico lujo. Era la primera vez en dos años que en LITERATURA Y COMPAÑÍA hacíamos música en directo y fue inolvidable. No os lo podéis perder: http://www.ivoox.com/25181211

Y, como ya os he dicho, comenzamos con la interesante promoción de FNAC para celebrar su 25º aniversario en la que han seleccionado veinticinco títulos (uno por año). Alguno de los títulos es incontestable y alguno más discutible, pero precisamente eso es lo interesante. ¿Qué libros destacaríamos cada uno en los últimos veinticinco años? ¿Cuáles han sido los mejores libros? ¿Cuáles de ellos seguiremos leyendo dentro de 25 años?

Casi merece la pena un programa entero solo para hablar de eso. Tal vez lo haremos, quién sabe…

 

 

 

Reseña

«Noche que te vas, dame la mano» de Mario de los Santos

Tengo tantos libros que leer que cada vez que me termino uno es un drama elegir el siguiente. Novedades apasionantes, próximos entrevistados, relecturas, inacabados… Tal vez por eso, elegí esta novela de Mario de los Santos (al que no había leído todavía). Porque era una forma de no elegir entre los favoritos, de apostar por esos libros que, aún sabiendo que nos tenemos que leer, se quedan en la estantería de los que leeremos cuando nos jubilemos, esos libros pendientes desde hace tanto tiempo que te llaman desde su lugar en la estantería, que te llenan de culpabilidad, hasta que alguien de quien nos fiamos lo recomienda con tanta pasión que te das cuenta de tu error al instante.

Así que si no lo habéis leído espero que os fiéis de mí, que os deis cuenta de vuestro error y que corráis a leer «Noche que te vas, dame la mano», que ha editado Candaya, porque es una auténtica joya, una maravilla de principio a fin, uno de esos libros que te deja tan sin aliento, tan buen sabor, a buena literatura, que no te lo puedes quitar de la cabeza.

Y no solo por lo que cuenta, sino también por como lo cuenta. La historia te atrapa desde el principio. Y no sé si desvelarlo, porque desde el capítulo dos es tan sorprendente, que esa sorpresa, esa incomodidad, forma parte del placer de la lectura.

Una novicia que hace lo que haga falta para ganar dinero para la congregación (y he dicho lo que haga falta). Una serie de muertes sospechosas en la congregación. Un hombre que ayuda a la novicia. Una trama corrupta entre la Iglesia y un constructor. Esta es la trama que, aunque parezca de novela negra o policiaca, no tiene la estructura de novela de género sino que es la excusa para contar las vidas de los protagonistas.

Cuatro historias llenas de aristas, de soledad, de dolor, de contradicciones, donde lo importante está en lo más profundo, donde los que parecen malos no lo son tanto, donde aparecen las razones y las pasiones, las pulsiones, los deseos, los sueños incumplidos, la realidad más dolorosa. Donde siempre hay que mirar un poco más allá y tratar de entender. Y dejarte llevar.

¿Quién es esa novicia y por qué está allí? ¿Por qué contacta con un hombre en el exterior? ¿Quién es ese hombre y de qué está acusado? ¿Por qué decide ayudar a la novicia? ¿Quién es el constructor corrupto? ¿Y quién su mujer? ¿Por qué acude a un local de intercambios? ¿Qué busca allí? ¿Es posible el amor, a pesar de todo? ¿Es posible salvarse al fin? ¿Cuánto tienen que ver las pulsiones, los deseos, con esa salvación? ¿Cómo nos marcan las decisiones que tomamos?

Cuatro historias magníficamente contadas, en las que vamos escarbando, descubriendo, que nos llevan cada vez un poco más dentro del alma humana y que terminan hablando de lo que somos realmente, de nosotros mismos.

¡Qué buena literatura!