Empiezo con...

Y LLEGÓ SEPTIEMBRE…

Con las pilas cargadas parece que es posible comerse el mundo, parece que los proyectos que costaba poner en marcha en julio están al alcance de la mano. Para eso sirven las vacaciones.

He empezado cambiando el nombre al programa de libros de Gestiona Radio, para aligerarlo, y ahora se llama LITERATURA Y COMPAÑÍA, como este blog. Ha perdido todo para no perder nada. Tenemos un Facebook (https://www.facebook.com/literaturaycia/) y una cuenta de Twitter @LiteraturayCia (https://twitter.com/LiteraturayCia) e iremos colgando aquí todo lo que tenga que ver con el programa. Vamos a hacerlo grande.

Arrancamos el domingo 10 de septiembre a las 20 horas. Ya hemos cerrado una entrevista con CARLOS FRONTERA en el primer programa, y estamos esperando para confirmar la entrevista con otro autor que ha escrito uno de los libros que más me ha gustado últimamente.

He empezado a leer a Carlos Frontera, pues, y su volumen de relatos editado por Páginas de Espuma «Andar sin ruido», pero también he empezado con la última novela (de casi mil páginas) de PAUL AUSTER, «4, 3, 2, 1», editada por Seix Barral. Además, he ojeado (y hojeado) «Fred Cabeza de Vaca» de VICENTE LUIS MORA, editada por Sexto Piso, y ya me estoy poniendo nervioso, ya no tengo tiempo, porque vienen muchos más y todos me apetecen muchísimo. Menos mal que se ha acabado GOT…

Los últimos días de agosto se los he dedicado a mi familia, a Karl Ove Knausgard y a Richard Ford. Si el primer libro de la serie «Mi lucha» del autor noruego me gustó el segundo volumen, «Un hombre enamorado», me ha apasionado. Publicaré la reseña en breve: una delicia.

Os iré contando todo. Os espero…

 

Cita

UN POEMA DE LUIS ROSALES

Se te ha olvidado andar y hay que aprenderlo

de nuevo.

……………..Ven. Comienza,

ve juntando ese sol,

……………………………..¡alguna tarde

tenemos que nacer!

……………………………..Amarillean

las nubes en el cielo y no me escuchas;

vas a mi lado y tiemblas;

el pie va tras el pie como la ola

va detrás de la ola.

………………………….. Estás inquieta.

Se te ha olvidado andar, se te ha caído

la voz y no la encuentras,

la buscaré contigo y las palabras

vendrán.

……………Vamos a hacer la primavera,

vamos a hacer el mar poquito a poco,

la luz, la paz, la guerra,

como si no se hubiesen desprendido

ya una vez de tu voz y en ti nacieran.

¡Vamos a hacerlo todo

de nuevo!, hasta que puedas

reunir tu corazón como se hace

la firmeza del mundo con arena!

LUIS ROSALES
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ME VOY DE VACACIONES

Mañana me voy de vacaciones. Me llevo «El periodista deportivo», de Richard Ford, que leí hace 27 años y al que de repente me apetece volver, tal vez porque dejé pasar el resto de la trilogía de Frank Bascombe («El Día de la Independencia» y «Acción de Gracias») y es una buena oportunidad (ahora que lo ha reeditado Anagrama en Edición Limitada) para leerla desde el principio.

He echado en la maleta también «La Revolución Rusa» de Neil Faulkner, que ha editado Pasado & Presente y de la que me han hablado maravillas.

Pero el que me llevo en la mano (de hecho lo empezaré esta noche) es el segundo volumen de «Mi lucha» de Karl Ove Knausgard, «Un hombre enamorado» (en Anagrama). Ya os dije que el primero me pareció impresionante. Si éste sigue en la misma línea voy a tener que hacer un hueco para leerme los tres que me quedan. Y va a ser difícil, con todo lo que viene en septiembre:

Javier Marías, Sergio del Molino, Almudena Grandes, José María Merino, Belén Gopegui, Paul Auster, con novelón, siete años después, de novecientas y pico páginas, y Zadie Smith, por nombrar los que más suenan. Pero habrá muchos más, y a los que pueda los entrevistaré en el programa de radio, y os iré contando impresiones.

La idea es que en este blog recopile todo: programa de radio, reseñas de mi blog Tiempo de Silencio de Antena3.com, (http://blogs.antena3.com/tiempodesilencio/) y quien sabe si otras colaboraciones, además de mis lecturas, de mis sensaciones, de mis impresiones, de algo de teatro, de algo de poesía.

En septiembre empieza todo. De nuevo.

Os espero…

 

Cita

UN POEMA DE JULIO CORTÁZAR

 

EL FUTURO

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré los sueños que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.

JULIO CORTÁZAR

Empiezo con...

«La invención de la naturaleza» de Andrea Wulf

Tenía unas ganas enormes de coger este maravilloso libro que editó Taurus en septiembre de 2016, y ha llegado el momento.

Con el subtítulo «El nuevo mundo de Alexander von Humboldt», Andrea Wulf intenta «redescubrir a Humboldt y devolverle al lugar que le corresponde en el panteón de la naturaleza y la ciencia«. Y el resultado es espectacular, pero es que el personaje lo es también.

Un hombre con un talento, una capacidad de estudio y de observación y un tesón extraordinarios, un gran explorador. Fue el primero que observó la naturaleza como algo interconectado, como una red, como un todo, y la mayoría de los ecologistas y los escritores sobre temas de naturaleza se basan en su visión, aunque a veces sin saberlo. Nos brindó nuestra concepción de la naturaleza. Pero además influyó en muchos de los mayores pensadores, artistas y científicos de su tiempo: desde Thomas Jefferson, a Darwin, Wordsworth, Coleridge y hasta el mismo Henry David Thoreau, Simón Bolivar y Goethe, que dijo de él que pasar unos días en compañía de Humboldt era como «haber vivido varios años».

Tiene más lugares designados en su honor que ninguna otra persona (glaciares, cadenas montañosas, parques, condados, ciudades, plantas, animales, minerales, y hasta una zona de la Luna), y sin embargo puede que le hayamos olvidado.

Yo voy a ponerle remedio con este magnífico volumen, escrito con pasión, muy documentado, exhaustivo y sin embargo (hasta ahora) ameno y emocionante.

Ya os contaré…

 

Lecturas

COSAS QUE HE LEÍDO ÚLTIMAMENTE – 3

Me terminé «Moravia», de Marcelo Luján, editada por Salto de Página, en el día. Una vez que empiezas no puedes parar porque la historia de bandoneonista Juan Kosic, que quiere sorprender a su madre y demostrarle que triunfó, se va acercando cada vez más al drama, y la descripción de cada sensación, del calor, de los olores, de la sed, del temor, hace que no puedas dejar la lectura, porque te va metiendo en la historia poco a poco, hasta que no queda más que ese paisaje desierto donde termina todo.

La novela cuenta, por un lado, las historias de los personajes, el chico que sale de la Argentina profunda decidido a buscarse la vida y lo consigue, la pobreza, la superación, y por otro lado la familia acomodada que tiene que irse de Praga con la llegada de los nazis, para salvarse. Y cuenta el viaje, lo que motiva a Juan Kosic a volver, lo que quiere demostrar, y cómo arrastra a su mujer y a su hija desde Nueva Orleans hasta ese pueblo casi sin nombre en medio de la nada, más allá de Buenos Aires, el engaño que quiere hacer, la forma en la que ha imaginado el reencuentro. Y al final, el tercer plano, es el desenlace, del que nada diré, que se masca, que se intuye, pero que aún así, la forma de narrar de Marcelo Luján hace que se te encoja en corazón. Y al final la sorpresa del fragmento de «El extranjero» de Camus.

He devorado «La muerte del padre», de Karl Ove Knausgard, editado por Anagrama. A pesar de las críticas que han recibido el autor y la obra, a mí me ha parecido impresionante. No sólo como está contado, esa forma como displicente pero precisa de narrar, entre el diario, los recuerdos, la evocación, donde caben los detalles más absurdos y las reflexiones más profundas, sino lo que cuenta.

Me parece impresionante la historia de la muerte del padre, la llegada a la casa donde el padre donde vivía con la abuela, el estado de abandono de la casa, el caos, y cómo van descubriendo cada habitación, los restos del final de la vida del padre, cómo está contado el descubrimiento terrible de la realidad en la que vivía el padre con la abuela, el descubrimiento del alcoholismo de la abuela, (en una escena brutal en la que los hermanos descubren que el estado de la abuela, ausente, puede responder a la falta de alcohol y se emborrachan con ella, y la abuela revive, empieza a contar sus recuerdos, empieza a despertar), los trámites para enterrarlo, la duda, en un momento dado, de la misma muerte, el reconocimiento del cadáver, la reacción del autor y de su hermano, la relación entre ellos y con la abuela. Me ha parecido brutal.

Pero también me ha gustado descubrir al personaje, cómo era joven, cómo son las fiestas, cómo empieza a beber, cómo se relaciones con sus primeras novias, el descubrimiento de la sexualidad, las relaciones en casa, el divorcio de los padres, esa forma extraña de relacionarse, desde el principio con el padre.

Han sido casi quinientas páginas impresionantes, y ya tengo preparado el segundo volumen para empezar con él, en breve.

Ya os contaré (porque antes voy a atacar a Humboldt…).

Empiezo con...

«Moravia» de Marcelo Luján, en Salto de Página

No sé por qué dejé pasar esta novela (escrita en 2011) cuando la reeditó Salto de Página ni por qué no arrastré hasta la emisora a Marcelo Luján para entrevistarle, con lo que me gusta, con lo que me maravilló «Subsuelo».

Pero llega el verano y me he lanzado a por ella. Y ya ha llegado Juan Kosic, el bandoneonista estrella de la orquesta del maestro Alfredo Pegassi, al puerto de Buenos Aires y ya me ha hecho temblar un poco Marcelo Luján cuando Lidia Estefanía ha dicho unas palabras en checo y en la aduana han dudado si dejarles pasar, manejando la tensión como pocos. Ya se han subido al tren que les llevará al interior, a demostrar a la madre que él ha triunfado, que se equivocan los que decían que fracasaría, que no llegaría a nada, cargado de dólares y de misterio.

Me va a gustar. Me está gustando.

Ya os contaré.

 

 

Reseña

«LA VEGETARIANA» de HAN KANG en :RATA_

Iba a incluir este libro en la categoría «Empiezo con…» pero una vez que empecé a leer no fui capaz de dejarlo: sus doscientas y pico páginas son hipnóticas, brutales, y solo te das cuenta de lo duras que son cuando dejas el libro, levantas la vista y coges aire.

Cuenta la historia de Yeonghye, una mujer que no tiene nada especial, que de hecho es un poco gris, pero que en un momento dado decide dejar de comer carne. Y con esa decisión y con ese miedo se transforma y lo pone todo en duda y, al hacerlo, se tambalean el resto de las estructuras que hay alrededor de ella, su matrimonio, su familia, las vidas de sus familiares, las de sus padres, el sentido de todo, hasta de la vida.

Y en este viaje hay una reflexión sobre la condición de la mujer, tratada como un objeto en la sociedad. La novela está llena de violaciones, de sexo forzado, de lágrimas silenciosas, en un entorno de normalidad, de cotidianidad. De repente una mujer decide hacer algo que nadie entiende y todo el mundo empieza a tratarla como una loca. Yeonghye deja de utilizar sujetador porque hay algo que le oprime y hasta ese pequeño movimiento supone una alteración de la normalidad, inaceptable. Pero la búsqueda es profunda, y dolorosa, aunque hay un momento de plenitud, de libertad, de placer, que evidentemente es cortado de raíz (y nunca mejor dicho).

Hay varias reflexiones muy interesantes en la novela que van conectándose, profundizando, escarbando en la esencia: una reflexión sobre la libertad que va más allá de la libertad de la mujer, de la protagonista, de su hermana, encerrada también en un sistema férreo, o de la madre, sino que alcanza a los hombres que la rodean, también; también hay una reflexión sobre la creatividad, sobre la libertad de crear, de entender, de vivir en otro plano, sobre la dificultad de expresarse y de ser entendido; y hay una reflexión muy profunda sobre la locura, sobre el sentido de nuestra vida, sobre las otras formas de vivir, censuradas, encerradas, tratadas, reprimidas por la normalidad. Y en todas ellas la cárcel del cuerpo, que no es libre, y menos el de la mujer. «Tu propio cuerpo es lo único es lo único a lo que le puedes hacer daño. Es lo único con lo que puedes hacer lo que quieres. Pero ni eso te dejan hacer.»

Querer ser un árbol, entender la vida justo al revés que los demás, crecer hacia dentro, pintar los cuerpos de flores, que nos abren y nos penetran, soñar con sangre, con carne cruda, tener algo que te cierra el estómago, querer morir, ser tan libre como para decidir. Huir o quedarse. O sobrevivir.

Me parece una experiencia de lectura extraordinaria, me parece un hallazgo, me parece una gran novela, estructurada en tres capítulos con tres voces distintas, en una historia contada desde dentro, desde las aristas que más cortan, desde el dolor y desde la emoción.

Leedla. Hacedme caso. Aunque se os tuerza un poco un día de playa.

 

 

 

Teatro

«La comedia de los enredos» de William Shakespeare

Aunque no sé si deberíamos decir que esta es «La comedia de los enredos» de Alberto Castrillo-Ferrer, porque su sello está en toda la obra, su sentido del humor y su sentido del espectáculo, su concepto del teatro. La adaptación es de Carlota Pérez-Reverte Mañas, que también hace suya la obra.

Porque si ya la obra es divertida en sí (la historia de dos pares de gemelos separados al nacer y lo que ocurre cuando se encuentran en el mismo lugar), llena de equívocos, de juegos, de humor, desde la primera escena Alberto Castrillo-Ferrer propone su propio juego, sus propios equívocos, incluso sus propias tramas, para ir descolocando al espectador y metiéndole en su propuesta que casi termina siendo la historia de un grupo de actores que monta «La comedia de los enredos», con constantes guiños a la actualidad, con homenajes sorprendentes, como el de Groucho Marx, que buscan la complicidad con el espectador, la risa y el espectáculo.

Y para ello cuenta con un reparto magnífico, unos actores que se nota que se divierten, que juegan, que crean, que se lo creen. Yo quiero destacar a Silvia de Pé, que está espectacular, desde la primera escena hasta la última, que se come el escenario, ya sea en el papel de la excesiva Adriana como encorvada y vestida de letrada, con una luz cenital, mirando al público y manejando el silencio a la perfección. Pero también está brutal Julián Ortega en su doble papel de Dromio, o Javier Ortiz, que tiene un talento especial para la comedia. Y muy sorprendente es la actuación de Angelo Crotti, un actor que viene de la Commedia dell’ arte.

Hacedme caso: id a verla. Está en cartel, en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el 3 de septiembre. Os vais a divertir, sobre todo si os dejáis llevar, si entráis en el juego, si sabéis que vais a ver la obra de un joven Shakespeare pero que él mismo se partiría de risa al ver la adaptación de Carlota Pérez-Reverte y la dirección espectacular (nunca mejor dicho) de Alberto Castrillo-Ferrer.